Este indicador se vio afectado en el segundo trimestre debido al pobre
desempeño de las economías de Alemania, Francia e Italia.
La economía de la eurozona se estancó en el segundo trimestre del año,
lastrada por la mala evolución del PIB de tres de sus principales economías:
Alemania, Francia e Italia, un dato que tampoco pudo revertir el crecimiento de
España.
El PIB de la eurozona se quedó en un punto muerto al registrar un
crecimiento nulo entre abril y junio y también la recuperación económica del
conjunto de la Unión Europea (UE) se ralentizó, al crecer con un 0,2 por
ciento, una décima menos, según el cálculo publicado ayer por la oficina
comunitaria de estadística Eurostat.
El estancamiento de la eurozona se produjo después de que los
‘Dieciocho’ registraran durante los últimos trimestres del 2013 y el primero
del 2014 crecimientos ligeros pero constantes.
La economía del área de la moneda común se vio afectada por la
contracción del 0,2 por ciento del PIB alemán, el cual había crecido un
trimestre antes todavía un 0,7 por ciento.
La locomotora alemana volcó principalmente por elementos externos como
la débil evolución de la eurozona y la inseguridad derivada de los
acontecimientos geopolíticos en Europa del Este y en Oriente Medio, según
Berlín, en referencia a las tensiones políticas y comerciales de la UE con
Rusia por el conflicto en Ucrania.
Como si no fuera suficiente, Francia, la segunda mayor economía de la
eurozona, encadenó por segundo trimestre consecutivo un crecimiento nulo e
Italia, la tercera más importante, se sumergió en una recesión a finales de
junio.
Prácticamente, solo España, que creció un 0,6 por ciento en el segundo
trimestre, Portugal, que volvió a crecer y lo hizo a la misma tasa que su
vecina, y Holanda, que regresó a terreno positivo con un avance del 0,5 por
ciento, aportaron una nota positiva a este escenario.
La CE admitió que “acontecimientos externos pueden incrementar la
incertidumbre”, pero destacó que “los cimientos son sólidos e intactos” para
avanzar en la recuperación. Eso sí, si los países que la conforman “permanecen
en la senda de las reformas”.
En opinión del Ejecutivo comunitario, el mayor riesgo para la
recuperación es la complacencia. Para reforzar su argumento en favor de las
reformas, recalcó que en los datos del PIB se puede ver que “los países que han
perseguido reformas experimentan un crecimiento más fuerte comparado con
aquellos con un ritmo reformista más lento”.
En este contexto puso de ejemplo a España y a Portugal, donde la
recuperación económica gana firmeza después de las reformas audaces que han
perseguido en los últimos años.
La CE aplazó además a otoño cualquier decisión sobre una posible
revisión de los objetivos de déficit y reiteró que las recomendaciones para
cada país son plenamente válidas. Francia reconoció ayer que no se cumplirán
sus objetivos de crecimiento y de déficit en el 2014 y pidió una respuesta a
escala europea ante el estancamiento productivo en la zona del euro.
Fuera de esta, Reino Unido fue la economía europea que tiró del resto de
países, al crecer en el segundo trimestre 0,8 por ciento.
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