El
gigante asiático registró en julio un excedente sin precedentes, de más de 47.000
millones de dólares, que evidencia la salud de la actividad económica y que
podría contribuir a la apreciación del yuan.
El
excedente comercial de la segunda economía mundial fue de 47.300 millones de
dólares en julio pasado, según datos de las aduanas publicados el viernes, casi
tres veces más que los 17.800 millones registrados en igual mes del 2013, y un
récord histórico según los expertos.
El
aumento espectacular del superávit se explica por el neto aumento de las
exportaciones, un 14,5% en un año, a 212.900 millones de dólares. Supone
también un fuerte crecimiento con respecto al 7,2% registrado en junio y muy
superior al que preveían los expertos que vaticinaban un 8%.
"Estos
datos sugieren que la demanda de los países desarrollados ha mejorado", dicen
los analistas del banco austro-neozelandés ANZ. Las exportaciones a la Unión
Europea crecieron un 17% interanual en julio (frente al 12,5% del mes anterior)
y a Estados Unidos un 12,3% (contra el 7,5% de junio). China es el primer
exportador mundial de productos manufacturados.
"Estos
datos tan vigorosos apuntan a la mejora de la demanda externa" por la
mejora de la coyuntura internacional, pero este crecimiento súbito de dos
dígitos "no será duradero", advierte Lu Ting, analista del Bank of
America Merrill-Lynch.
EFECTOS DE LOS INCENTIVOS
Por su
parte, las importaciones chinas se contrajeron un 1,6% interanual, a 165.600
millones de dólares. Esta caída contrasta con la subida del 5,5% registrada en
junio y la previsión media del 3% que vaticinaban los analistas.
Según los
expertos de ANZ, esta desaceleración puede explicarse por las restricciones
impuestas por las autoridades a las operaciones financieras adosadas a los
stocks de las importaciones de materias primas, tras el descubrimiento de un
gigantesco fraude en el puerto de Qingdao.
Las
importaciones de mineral de hierro (en volumen) se desaceleraron en julio
(+12,8%) y las de petróleo y cobre cayeron respectivamente 9% y 17,2% en un
año.
Pero la
demanda china de materias primas sigue estando sostenida por la reciente
"aceleración del gasto público" en infraestructuras, recuerda ANZ.
Las importaciones "se recuperarán en breve" a medida que las
"minimedidas de incentivos den sus frutos", explicó Lu Ting.
Tras la
desaceleración del crecimiento del PIB chino al 7,4% en el primer trimestre, el
más bajo en 18 meses, China introdujo a partir de abril rebajas fiscales así
como flexibilidad monetaria muy puntual, y facilidades para aumentar las inversiones
en infraestructura.
YUAN DEBE APRECIARSE
La mejora
de los indicadores macroeconómicos, en particular en el sector manufacturero,
contribuyeron a acelerar el crecimiento al 7,5% en el segundo trimestre. Y el
comercio exterior se recuperó tras el déficit comercial inesperado de los cerca
de 23.000 millones de dólares registrado en febrero.
Según los
expertos, el excedente récord de julio podría incrementar la presión sobre las
autoridades chinas para que dejen apreciarse el yuan de manera sensible. Socios
comerciales de China, en particular Estados Unidos, acusan a Pekín -que ejerce
un control férreo sobre su divisa- de mantener el yuan subevaluado para
incentivar las exportaciones.
La divisa
china se revalorizó en torno al 3% frente al dólar en 2013, pero invirtió la
tendencia en 2014: el yuan ha perdido cerca del 1,5% desde el inicio del año.
A medio
plazo, "el excedente comercial probablemente seguirá alto" ya que las
exportaciones se verán favorecidas por la recuperación de la demanda mundial,
"lo que debería hacer crecer la dinámica que lleva al renminbi al
alza", dijo Wang Qinwei, analista del gabinete Capital Economics.
El banco
central chino (PBOC) ha empezado a subir la tasa media que determina el margen
de fluctuación del yuan. "Con la mejora de la actividad en China y el
afianzamiento de la confianza de los inversores extranjeros, "el yuan
tiene potencial para revalorizarse", concluyen los analistas del ANZ.
El
gigante asiático registró en julio un excedente sin precedentes, de más de
47.000 millones de dólares, que evidencia la salud de la actividad económica y
que podría contribuir a la apreciación del yuan.
El
excedente comercial de la segunda economía mundial fue de 47.300 millones de
dólares en julio pasado, según datos de las aduanas publicados el viernes, casi
tres veces más que los 17.800 millones registrados en igual mes del 2013, y un
récord histórico según los expertos.
El
aumento espectacular del superávit se explica por el neto aumento de las
exportaciones, un 14,5% en un año, a 212.900 millones de dólares. Supone
también un fuerte crecimiento con respecto al 7,2% registrado en junio y muy
superior al que preveían los expertos que vaticinaban un 8%.
"Estos
datos sugieren que la demanda de los países desarrollados ha mejorado",
dicen los analistas del banco austro-neozelandés ANZ. Las exportaciones a la
Unión Europea crecieron un 17% interanual en julio (frente al 12,5% del mes
anterior) y a Estados Unidos un 12,3% (contra el 7,5% de junio). China es el
primer exportador mundial de productos manufacturados.
"Estos
datos tan vigorosos apuntan a la mejora de la demanda externa" por la
mejora de la coyuntura internacional, pero este crecimiento súbito de dos
dígitos "no será duradero", advierte Lu Ting, analista del Bank of
America Merrill-Lynch.
EFECTOS DE LOS INCENTIVOS
Por
su parte, las importaciones chinas se contrajeron un 1,6% interanual, a 165.600
millones de dólares. Esta caída contrasta con la subida del 5,5% registrada en
junio y la previsión media del 3% que vaticinaban los analistas.
Según
los expertos de ANZ, esta desaceleración puede explicarse por las restricciones
impuestas por las autoridades a las operaciones financieras adosadas a los
stocks de las importaciones de materias primas, tras el descubrimiento de un
gigantesco fraude en el puerto de Qingdao.
Las
importaciones de mineral de hierro (en volumen) se desaceleraron en julio
(+12,8%) y las de petróleo y cobre cayeron respectivamente 9% y 17,2% en un
año.
Pero
la demanda china de materias primas sigue estando sostenida por la reciente
"aceleración del gasto público" en infraestructuras, recuerda ANZ.
Las importaciones "se recuperarán en breve" a medida que las
"minimedidas de incentivos den sus frutos", explicó Lu Ting.
Tras
la desaceleración del crecimiento del PIB chino al 7,4% en el primer trimestre,
el más bajo en 18 meses, China introdujo a partir de abril rebajas fiscales así
como flexibilidad monetaria muy puntual, y facilidades para aumentar las
inversiones en infraestructura.
YUAN DEBE APRECIARSE
La
mejora de los indicadores macroeconómicos, en particular en el sector
manufacturero, contribuyeron a acelerar el crecimiento al 7,5% en el segundo
trimestre. Y el comercio exterior se recuperó tras el déficit comercial
inesperado de los cerca de 23.000 millones de dólares registrado en febrero.
Según
los expertos, el excedente récord de julio podría incrementar la presión sobre
las autoridades chinas para que dejen apreciarse el yuan de manera sensible.
Socios comerciales de China, en particular Estados Unidos, acusan a Pekín -que
ejerce un control férreo sobre su divisa- de mantener el yuan subevaluado para
incentivar las exportaciones.
La
divisa china se revalorizó en torno al 3% frente al dólar en 2013, pero
invirtió la tendencia en 2014: el yuan ha perdido cerca del 1,5% desde el
inicio del año.
A
medio plazo, "el excedente comercial probablemente seguirá alto" ya
que las exportaciones se verán favorecidas por la recuperación de la demanda
mundial, "lo que debería hacer crecer la dinámica que lleva al renminbi al
alza", dijo Wang Qinwei, analista del gabinete Capital Economics.
El
banco central chino (PBOC) ha empezado a subir la tasa media que determina el
margen de fluctuación del yuan. "Con la mejora de la actividad en China y
el afianzamiento de la confianza de los inversores extranjeros, "el yuan
tiene potencial para revalorizarse", concluyen los analistas del ANZ.
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